Cultivado principalmente en América Latina y Estados Unidos, el frijol negro es uno de los pulses más comercializados a nivel mundial. Su sabor suave, textura cremosa y excelente comportamiento en cocción lo hacen fundamental en industrias de alimentos preparados y conservas. Es un producto de alta demanda en el Caribe, Centroamérica, Brasil y Europa, con aplicaciones tanto en retail como en food service.